Un maestro de la facultad nos contó una vez una historia: “Imaginen que están desarrollando un proyecto, tienen que terminar un programa y...

Tener un antivirus pirata es peor que no tener ninguno


Un maestro de la facultad nos contó una vez una historia: “Imaginen que están desarrollando un proyecto, tienen que terminar un programa y la fecha de entrega está por vencerse. Están trabajando contra reloj, están desesperados pues no quieren perder un contrato importante. Y están muy atrasados. Tanto, que no hay manera en que logren terminar a tiempo”. El maestro da un sorbo a su café, disfruta el haber captado nuestra atención y prosigue su relato: “Entonces se les aparece un demonio. No es cualquier demonio, es un demonio programador. El demonio les dice: yo puedo hacer el programa por tí a cambio de tu alma. Y estamos tan desesperados que sin pensarlo aceptamos el trato, y ¡pum! aparece el programa. Entonces comprendemos por qué es un demonio. El programa parece perfecto, parece justo lo que pidió el cliente, pero… ¿lo es? ¿Cómo saber si es el programa correcto? ¿Cómo saber si hace sólo lo que el cliente pidió y no hace nada más? Y otra vez regresa la desesperación y el crujir de dientes”.

Años después me planteo las mismas preguntas cuando veo gente descargando software antivirus a través de sitios de descarga  aplicando “parches” para “registrar” software pirata como si fuera original. A ellos les haría la misma pregunta que nos hizo el maestro: ¿Cómo sabes si el software que acabas de copiar hace lo que debe hacer y no hace otra cosa?

Existen en el internet cosas llamadas “caballos de Troya”. ¿Recuerdan la historia? Dejamos entrar a nuestra fortaleza un bonito caballo sin saber que está lleno de enemigos. Esa es la idea. El software pirata que copiamos, antivirus o no, puede ser eso, un bonito caballo de Troya. De hecho, al no haberlo descargado por vías confiables, no tenemos la mínima certeza de que no sea un software troyano, o una bomba lógica, o un vulgar virus… ¡no tenemos certeza alguna al respecto! Es como recibir un programa del demonio programador. No hay garantías. No hay seguridad. Queda la duda. Y basar nuestra seguridad en una duda es un gran contrasentido.

Lo malo de la piratería
Lo peor de la piratería de software no son los empleos ni los millones de dólares que las grandes compañías alegan haber perdido. Lo peor es que, por ignorancia, le compramos a los demonios del crimen organizado los programas que necesitamos confiando ingenuamente que estamos comprando los mismos programas originales pero a un precio más barato. Yo les aseguro que no son los mismos programas originales.

Y digo que es por ignorancia porque muchas veces no sabemos que existen programas gratuitos, disponibles para su descarga desde internet, que bien podrían servirnos sin tener que acudir a un mercader de la calle o a un sitio de descargas ilegales.

Casi cada aplicación comercial tiene un equivalente en software libre. A lo mejor la alternativa libre no es tan completa como la comercial pero no siempre necesitamos una Hummer para ir al trabajo (a la mayoría nos basta un coche normal).
Equivalentes libres al software comercial

Algunos equivalentes son:
Adobe Acrobat – PDFCreator
Adobe Photoshop – The GIMP
Acrobat Reader – evince
CorelDraw – Inkskape
Dreamweaver – Quanta Plus, bluefish
Microsoft Office – OpenOffice
Microsoft Project – Gantt Project
Microsoft Publisher – Scribus
Microsoft Visual Studio .Net – Mono, SharpDevelop
Antivirus gratuitos

En cuanto a antivirus gratuitos, yo recomiendo los siguientes (en orden alfabético, no de preferencia):
Avast! Free Antivirus
Avira AntiVir gratuito
BitDefender Antivirus
Clam AntiVirus
Microsoft Security Essentials
Panda Cloud Antivirus

En conclusión descargar y activar un antivirus por medio de cracks no es recomendable ya que su efectividad se anula dejando la posibilidad de ser infectados sin tener conocimientos de su existencia usar estos metodos queda exclusivamente bajo su riesgo